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Querido Seminario Menor de Coria: Creo que es el momento oportuno, hoy delante de este auditorio, en gran parte testigo fiel, para enviarte estas letras.
En primer lugar decirte que el pasado mes de junio hizo 44 años que me tuviste acogido en tu seno por última vez.
Después me he acordado muchas veces de ti, no creas que me olvidé fácilmente. No fue pero que nada fácil. Al principio no era miedo ni temor ni nada parecido pienso que era una especie de respeto, misterio no sabría decirte muy bien que. Después la vida me fue despegando se fueron escribiendo otros mensajes en mi memoria y ya solo ocupabas una parte de mi experiencia. Hoy la vida viene un poco de vuelta y puedo dedicarme un poco mas activamente a pensar en ti, eso he hecho en esta ocasión y es por ello que quiero hacerte algunas reflexiones.
Empezare dándote las quejas:
Por el agua. Como es que no tenías duchas? Y ya que no las tenias, al menos podías haberme dicho que con una toalla humedecida podía asearme aunque fuera de una forma precaria. Pero creo que esta queja te la podían hacer con mas justificación algunos de los aquí presentes pues como tu muy bien sabes yo no jugaba al fútbol y mis juegos eran mas bien sedentarios con lo que sudaba poco y esa carencia podía notarla menos o al menos menos veces.
La calefacción: te parece bonito a las 6 de la mañana romper el hielo en la palangana? Y calla que, aunque tarde, yo aprendí el truco, de tirarme de la cama nada mas sonar la campana que con puntualidad alemana tocaba Marceliano, el portero y sin dar tregua al pensamiento humedecía los ojos, sus alrededores y la verdad es que poco mas.
Que alegría daba los domingos que ya no se madrugaba. Recordaras que nos levantábamos a las 6.30. A que es gracioso.
La tercera queja reconozco que es deformación profesional. A propósito no me he presentado. Recuerdas un día en la Isla, era en 4º, cuando aquello de los misiles de cuba, íbamos unos cuantos paseando hacia la morera del tío Pascal. Yo soy el que decía que yo no sabía lo que iba a estudiar en el futuro pero si lo que no estudiaría: magisterio. Pues bien no habían pasado tres cantos del gallo, digo tres cursos y ya tenia volteados casi dos cursos de magisterio. Excuso decirte a que me he dedicado, perdón me dedico hasta el 31 de agosto que si Dios quiere me jubilo.
Pues bien, bajo ese prisma de deformación profesional, creo que faltaba actualización del profesorado, salvo contadas excepciones de algún licenciado que otro que llegaba con aires nuevos y el autoperfeccionamiento de D. Ovidio creo que las cosas dejaban algo que desear.
D. Gregorio empezaba muy pronto a subir al tejado y nos hacia subir demasiadas veces para arreglar las “tres celebres tejas”.
El problema de palestina creo que esta así desde que con D. Manuel establecíamos nosotros los límites mezclando la Cisjordania con el peloponeso, la guerra de las Galias, Yugurta, los elefantes de Anibal y todo lo que te viniera a la mente en ese momento. El compañero Ángel Rodríguez de Vegaviana es el que mejor fe podría dar de ello.
Era el más experto pues era el que mas palabras por minuto era capaz de expresar. Correspondían a la lección 2ª que era la más difícil.
El origen de las especies esta sin resolver desde que en cuarto ante el problema teológico de quien fue antes si el huevo o la gallina alguien discurrió que tuvo que ser el gallo. A Virgilio le choco y ahí estamos.
Podría seguir enumerando cosas, por ejemplo las naranjas me han contado que ibas a Acebo a compararlas y que decías que fueran pequeñas, para que cundieran más. Pero no voy a hacerlo y no voy a hacerlo por dos razones: la primera porque la economía de la época así podía exigirlo y la segunda porque a mi me gustaban los potajes y bien mirado eras un adelantado. Aquello, puchero tras puchero, garbanzo tras lenteja, era dieta mediterránea 100 %.
Pero déjame que me deleite en el recuerdo sin reproches y aunque solo sea brevemente
Tu patio, con los poyos hoy desaparecidos. Las vueltas que dábamos paseando por la parte cubierta mientras esperábamos el toque puntual de la campana para ir a la capilla o acudir al comedor. El grifo que había saliendo de 1º a la izquierda donde iba yo cuando calculando que D. Gregorio me iba a preguntar me daba un ligero toque en la nariz y con el pañuelo manchado de sangre salía sin problema.
La campana llamando a la acción.
En la capilla Los toques del superior de turno indicando “examen particular o general” según fuera al medio día o por la noche.
Las colas en el confesionario de D. Honorio.
Aquellos ejercicios espirituales de varios días de duración.
Los retiros de una tarde entera. Donde lo más significativo era que no se podía hablar. “Yo no se si podré aguantar” decían algunos.
En el comedor: Las lecturas desde el pulpito durante la comida o la cena. Mi experiencia como famulo, sirviendo en el de 3º-4º. Aun veo a Luciano Duran venir de servir al superior distraído si era Calvarro y mirando fijo a la tajada del plato, con cara sonriente si era Roncero. Después comentaba: como puede estar gordo y no come y el otro se hincha y esta delgado.
En el estudio de arriba la Isla quedaba a la izquierda tras la ventana. Recuerdo los paseos en bici que me pegaba, hasta las caídas parecían reales.
La feria de mayo llena de animales en la Isla.
Recuerdo a D. Ceferino dando noticias de la boda del entonces príncipe Juan Carlos. Las clases de Geografía con D. Esteban pues se juntaban los cursos de 1º y 2º. Las clases de urbanidad y de ortografía. “se escriben con b las palabras terminadas en bilidad bundo y bunda. A ver Gordo Gómez D. Juan Manuel póngame vd. un ejemplo”: avutarda.
En el estudio de abajo los teatros que hacíamos nosotros, las películas del gordo y el flaco, el descubrimiento del estudio de la historia, mi apasionamiento por las matemáticas.
La bajada a la Isla con el trozo de pan y la pastilla de chocolate en las manos. Las escaleras y el peldaño de la puerta con el olor de los cerdos que D. Leopoldo cebaba a la izquierda de la misma.
Los partidos de fútbol que jugábamos los de La Pesga contra los de Granadilla ayudados por los de Cambroncino y Zarza respectivamente.
Ya ves yo me aficione por un momento hasta que un día en el recreo me pillaron en el dormitorio de la Inmaculada ensayando: “Gabriel echa una cabecita” y perdí el entusiasmo.
El pasillo de arriba con sus ventanas a media altura sin balcón. El cable que había en una de ellas hacíamos fila cogidos de la mano y cuando pasaba alguno despistado por el lado, el de un extremo tocaba el cable y el del otro tocaba la oreja del susodicho. Excuso decirte el repujo que pegaba.
El armario colgado a la pared que había entre el estudio y la habitación del superior donde se vendían libretas y cosas pero yo me acuerdo principalmente de las pasas Málaga un paquetillo como de unos 8-10 cm. transparente que valía dos reales y del que yo hacia acoplo cuando íbamos a la catedral, en cuyo coro dando viajes debajo del manto y a trabes del bolsillo de la sotana, daba buena cuenta de el.
Pero si de algún lugar en concreto puedo recrearme en recordar seria sin duda en el pasillo de abajo la última ventana yendo del despacho de D. Manuel al estudio de 3º-4º en ese balcón pasaba tardes enteras del invierno lluvioso de 4º curso. Hubo Aproximadamente un mes entero de lluvias. Apoyado en los barrotes. Mirando al patio. Tocando con la armónica que me había comprado y haciendo orquesta con la de Primitivo. Yo creo que por eso llovió tanto aquel año. Los 12 cascabeles, adelante milicias de cristo, ya se murió el burro que acarreaba el vinagre, para ser conductor de 1º etc. etc. Eran los hit pareid del momento en el seminario. En otras ocasiones solo era ver caer la lluvia. Si te soy sincero durante más de 10 años era la imagen que más me imponía de ti.
Pero seria ingrato por mi parte no reconocer lo mucho bueno que me diste. Entre ello una segunda oportunidad. Recuerdas era segundo año, debía ser principios de noviembre, pues el tío Pedro que había venido a traer la bolsa de la ropa limpia y llevarse la sucia me había traído castañas, granadas etc. Estábamos en la clase de 2º al final, por el centro, Jacinto y yo. Allí pactamos: yo le daba a el la mercancía y el me subía el babi de la isla. Era la clase de después de comer previa al paseo de las 5 El coche de línea salía un poco después, si al llegar a la isla me espabilaba, soltaba el babi y corría a la estación de autobuses, lo pillaba allí y como hecho consumado me llevaría a casa. Solo fallo que Máximo Viejo me llamo desde el puente romano cuando yo tenía el babi ya quitado y todo el invento se vino abajo. Pero en Diciembre lo conseguí oficialmente. Aunque en detalle solo recuerdo el cambio de autobús en Plasencia y el frío tan grande que hacia.
Volví a principio del curso siguiente, sin precedente que yo sepa, creo que también lo hicieron ese mismo año Pedro José y Nicolás Vicioso. Gracias por la oportunidad.
He de darte también las gracias por otras muchas cosas: supiste enseñarme a decirme a mi mismo no, Me enseñaste a auto motivarme. A crear habito de estudio. Creo que si bien yo no oteaba las discrepancias que pudiera haber entre las personas que estábamos en tu seno incluso las que estaban al frente, siempre pude observar que esas discrepancias se mantenían dentro de un círculo marcado por el respeto, la obediencia, la disciplina y la comunión de principios.
He de darte las gracias por la formación que en tu seno recibí, pues aunque creo que pude recibir mas información académica y de una forma mas eficiente, como he explicitado antes, la formación-educacion recibida de ti me ha permitido una convivencia pacifica y tranquila, cortes y amigable por todas las partes donde he ido a lo largo de mi vida tanto profesional como socialmente.
Me ha permitido hasta el día de hoy una convivencia de más de 30 años con mi mujer. (He de reconocer, ahora que ella no nos escucha, que la mayor parte del merito lo tiene ella, pero algo también será fruto de la educación que tu me diste).
He criado tres hijos, en cuya educación creo que también tienes algo que ver, y de la que puedo sentirme orgulloso.
Confío también que habré sabido transmitir algunos de estos principios a los muchos alumnos y compañeros que a lo largo de mis 37 años de profesión he tenido la suerte de conocer.
Por otro lado me diste en aquella época unos compañeros en general y de curso en particular a los que estaré siempre agradecido pues siempre me sentí muy a gusto con todos y con cada uno de ellos y si te digo que la inversa también es cierta espero no equivocarme.
En una palabra que si hoy estamos aquí los que estamos es porque nos unen unas mismas raíces, unas mismas experiencias, un mismo recuerdo, un mismo sentimiento hacia ti.
Con todo cariño de este granito insignificante de arena llamado Julio Martín. Y que forma parte del edificio espiritual que entre todos hemos ido conformando desde el año 1819 en que se traslado a esta ciudad de Coria.
Gracias a todos por vuestra atención. Un abrazo

Yo soy políglota hablo el español, desde pequeño, me defiendo en este latín yo le llamaría, mas que macarronicus, LATIN ABUTROQUE, todavía recito el padre nuestro en griego, y del ingles francés italiano y alemán se decir dos palabras si y no, del portugués se decir muito brigado y me gustan los fados.
Volevo disertare supra HIGIENE ET URBANITATIS in seminarium cauriensis anno 1960 Quisiera hacer una disertación filosófica sobre la HIGIENE Y URBANIDAD EN EL SEMINARIO EN LOS AÑO 60.
Ahora entiendo después de muchos años porque no nos dejaban pasear por la ciudad de Coria, olfatus civitatem cauriensis afectatus.
Mi mujer tiene todos los días una lucha conmigo a parte de no mear en la tapa del váter, dúchate, cambiate, yo le digo no si yo quiero cambiar, pero lo que se aprende de pequeño MARCA MUCHO.
QUID COGNOSCIBI DE PUERI MARCATI SUM PER SECULA SECULORUM
Yo aprendí a nadar de pequeño y sigo nadando bien de mayor, en bici no aprendí a montar de pequeño y de mayor solo se soltarme de una mano.
Yo además me baso en textos, todo lo tengo documentado.
OMNIA DOCUMENTATI SUM IN LIBRUM URBANITEM ECLESIASTICAM
Pagina 30 articulo 53 dixit:””Debo cuidar de la limpieza de todo el cuerpo por medio de los baños, que procurare tomar en invierno al menos cada quince días, y en verano con mayor frecuencia, según me aconseje el medico””
Haga falta o no yo me ducho antes de los quince días, inmersionen in acuam ego factum antea quincena utique domine.
Yo le digo a mi mujer no te metas en el terreno de los médicos ellos sabrán mejor que nadie lo que es bueno para mi salud, A mi me han recetado muchas veces UN FENERGAL FORTE tres veces al día, UN FELDENE Flas CADA 24 HORAS, SEKISAN JARABE CADA SEIS HORAS, PARACETAMOL CADA SEIS horas pero nunca me han recetado una ducha diaria ni semanal, no la necesitare, ellos sabrán que para eso han estudiado.
QUOD GALENUS DIXIT CAUSA FINITA
Otras veces me dice Angelines ¡ que pronto has acabado de ducharte ¡ y yo le recuerdo el libro por la pagina 30 art 53 dice: “los baños de inmersión deben ser cortos en la duración y en el numero.
Lo dicen los textos todo lo tengo documentado.
TEXTUS DIXIT OMNIA DOCUMENTATA EST
¡Y cuando me dice, la misma Angelines:
- ¡que a gusto queda uno después de una buena ducha.
Yo pienso para mi …… a gusto a gusto estoy yo pero antes de ducharme después ya menos…….
Pero hay algo que quiero contaros. Es un secreto inconfensable pero hoy después de tantos años no me importa
Hanc dia de gaudeamus volo contare a vobis, secretum inconfensabile
Dixit librum pag 32 art 55 “los pies requieren también una esmerada limpieza; debo lavarlos lo menos lo menos una vez a la semana en invierno y casi a diario en verano, y he de cortar las uñas y callosidades siempre que sea conveniente”……
En este punto a pesar de estar perfectamente documentado no lo hacia así.
Mis pies los veía por temporadas quiero decir que cuando empezaban los primeros fríos de finales de octubre me ponía los siete pares de calcetines que me metía mi madre en la maleta y no me volvía a ver los pies hasta las navidades en mi casa, y le decía a mi madre cuando llegaba:
- estoy muy feliz no se si por estar de vacaciones o por volver a contarme los dedos de los pies.
Me cortaba las uñas con una tijera de podar que tenia mi padre y durante estos días me salían cabrillas de tanto arrimarme al brasero.
Me decía mi madre:
- te vas a quemar las pies, Pepe.
- vale mama, es que cuando pasen las navidades se me van a congelar.
(En el seminario no teníamos calefacción central ni esparramada, ni calor negro mas bien blanco, ni brasero, ni estufa, ni nada de nada)
¡¡¡¡¡Lo que nos costaba volver al seminario en Enero¡¡¡¡¡¡¡¡
La primera noche que dormía en el seminario me volvía a poner los siete calcetines. Este periodo era mas largo hasta abril o por ahí no me volvía a ver los pies, me despedía de ellos con lagrimas en los ojos y les decía compañeros hasta que levante el tiempo, portaros bien, varias veces me vi. apuntar la uña del dedo gordo, había crecido mucho y había traspasado los siete calcetines, cuando me daba cuenta de este detalle me alegraba, era un signo de que ya venia el buen tiempo…….. Este secreto no se lo contéis a Angelines, mi mujer, ella sabe que soy un pelin guarro pero no tanto ……….., a mi madre si se lo conté y como buena madre cada año me echaba mas pares de calcetines y mas gordos.
- ¡Pepe¡ para que no se te congelen los pies te los he comprado este año mas gordos.
Yo le decía:
- madre no me los compres tan gordos que me tienes que comprar los zapatos de un numero mas….
Articulo 62 pagina 35 dixit “: La ropa interior debo cambiármela, al menos, cada semana y los calcetines con mas frecuencia, si es mucha la transpiración de los pies.” Francamente mis pies no transpiraban, no podían transpirar hasta que no asomaba la uña a los tres meses, y es que la uña es la que buscaba la transpiración por su mismo cauce natural. Este articulo 62 lo infligía de una forma clara pero eso si “al menos cada semana” ….si, fijo, a la semana justa me mudaba, pero había un problema los calzoncillos y la camiseta me las ponía limpias, pero al no haber limpieza cutánea por esas zonas intimas al compás que estrenaba la muda, (ya que no había ducha semanal ni quizás mensual ), pues la compensación no era perfecta …… un suponer era como los zapatos, a mi me gustaba mucho limpiarme los zapatos y además nos obligaban (con aquel cepillo negro respelao que tenia, bayeta brillante y crema en caja del búfalo) pero de mas esta que brillasen los zapatos como un jaspe, si dentro estaba el mismo problema no había compensación perfecta……….
Bueno de todas formas “ni calvo ni con tres pelucas” hoy la gente moderna, sobre todo la joven es por demás……… se duchan hasta todos los días….. les da igual haga frío o calor, eso si la compensación es perfecta zona limpia ropa limpia, pero claro el desgaste del calzoncillo no es el mismo, no es lo mismo tener un calzoncillo siete días puesto que 24 horas, aquellos eran mucho mas sufridos que los de ahora, yo tengo todavía calzoncillos desde que me case ……….
Pues nada mas ya os seguiré contando mas cosas del libro de URBANIDAD ECLESIASTICA DE EDICIONES SIGUEME de aquella época, cuarta edición del año 1950.
Saludos a todos.

Sum gozosus estare cum bobis han die 17 calendas agostus 07 pos 45 annos
Sum gozosus recordare factum quid marcarum nostras vidas posterioris
Aquí deje meus meliores amicus
Con quienes conviví 7 annos muy intensos de nuestras vidas
Cuando me Salí del seminarium 18 annos meus amicus meus populis ni ellos me entendían a mi ni yo a ellos habíamos vividos en mundos distintos, me costo adaptarme, pero eso ya es otra historia
Pepe Fernández Neila